Basílica Nuestra Señora del Socorro – Parroquia Madre Admirable

Nuestra Señora del Socorro

Oración a Nuestra Señora del Socorro

Nuestra Señora del Socorro, Patrona de nuestra Parroquia. Gracias, porque escuchas siempre los ruegos de quienes ponen en ti su confianza.

Nos acordamos cuando fuiste, presurosa, por las montañas de Judá, a prestar ayuda a tu prima Isabel. Recordamos cómo acudiste maternalmente en socorro de los novios, en aquellas Bodas de Caná. Al pie de la Cruz, Jesús te confió a todos los hombres como hijos tuyos. Y nos adoptaste, como verdadera Madre.

Te pedimos, Señora nuestra, que nos ayudes a hacer de nuestra Parroquia una verdadera comunidad, fraterna, solidaria y misionera. Te pedimos por tantos hermanos que sufren necesidad. Que todos estamos dispuestos generosamente a socorrerlos. Nuestra Señora, que aprendamos a querer a los pobres y a compartir. Ayuda a los que están solos, tristes y deprimidos. A los que están enfermos y afligidos. A los que pasan hambre y no encuentran trabajo.

Y danos a todos tu bendición, Madre nuestra del Socorro.

Amén

La devoción a Nuestra Señora del Socorro

La devoción a la Bienaventurada Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora del Socorro hunde sus raíces en la invocación filial a la Madre de Dios y Madre de los discípulos de su Hijo confiados a ella desde la Cruz (Jn 19,25-27). Así es que la piedad cristiana ha invocado, desde los primeros siglos, la acción de la Virgen María para que socorra a sus hijos interviniendo en sus vidas o intercediendo por ellos (Sub tuum praesidium, Alma Redemptoris Mater, etc.).

El origen de la particular advocación de Nuestra Señora del Socorro se remonta a los inicios del siglo XIV y se atribuye al Beato Nicolás Bruno de Messina, Prior del Convento de los Agustinos de Palermo (Sicilia). El religioso fue sanado milagrosamente por la intercesión de la Virgen María que se le apareció en sueños y pidió ser invocada como Nuestra Señora del Socorro. Inicialmente la advocación se asoció a una imagen bizantina de la Madre de Dios con su Hijo en brazos que se encontraba en la Iglesia de San Agustín de esa ciudad. Fue una segunda manifestación de la Santísima Virgen la que dio origen a la iconografía definitiva de la advocación. Una mujer, madre de un niño desobediente, perdiendo la paciencia y fuera de sí, pidió al demonio que viniera a llevarse a su hijo. Viendo al demonio, y arrepentida, invocó el socorro de la Madre de Dios que apareció inmediatamente con un bastón en la mano con el que echó al demonio, ofreciendo cobijo al niño amenazado. Así fue representada en adelante la Virgen María en su advocación “Del Socorro” a veces reemplazando el bastón por una flecha,agregando al Niño Jesús en brazos de su Santa Madre o incluso representando, en oración, a la madre del niño amenazado por el demonio. Con el tiempo se le dedicó una pequeña Capilla cercana a la Iglesia de San Agustín en la misma Palermo que – con algunas reformas – existe hoy.

La devoción a Nuestra Señora del Socorro (que no debe confundirse con la advocación a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro), se extendió desde Palermo a la península itálica, de allí a España y a América Hispana.

 

El patronato y el culto a Nuestra Señora del Socorro

El culto a Nuestra Señora del Socorro en la Ciudad de Buenos Aires se practica ya a mediados del siglo XVII. Se tiene registro que entonces existía una Capilla, propiedad del Sr. Alejandro del Valle y sujeta al Régimen del Real Patronato, dedicada a esta advocación, conocida entonces como la “Capilla de los Pescadores”. Con un Auto de fecha 3 de noviembre de 1769 Mons. De la Torre, Obispo de Buenos Aires, establece la primera división parroquial de la Ciudad erigiendo cinco parroquias : Inmaculada Concepción, Nuestra Señora de Montserrat, Nuestra Señora de la Piedad, San Nicolás de Bari y Nuestra Señora del Socorro. Por cuestiones judiciales interpuestas por los sucesores de Alejandro del Valle y por otras cuestiones eclesiásticas internas, la Parroquia del Socorro recién comienza a funcionar como tal a partir del año 1783 con el patronato y título de Nuestra Señora del Socorro. La devoción a la Patrona Titular de la comunidad creció de la mano – y un poco a la sombra – de la más popular devoción al Señor de los Milagros, cuya imagen fue recibida en la Parroquia en el año 1803. El papa Pio IX expidió un Breve el día 7 de abril de 1855 con el que instituyó la fiesta litúrgica del Señor de los Milagros y agregó dos días de fiesta, uno dedicado a Nuestra Señora del Socorro y otro al Santísimo Sacramento. La importancia de la devoción y del culto a ambos fue motivo que se concediera, al templo parroquial (por primera vez en Argentina) el título de Basílica Menor en el año 1898 con todos los privilegios e indulgencias correspondientes, que fueron renovados por el Papa Francisco en 2023 al cumplirse los 240 años de su fundación.

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